viernes, diciembre 23

Nosotros después de las doce


Laia Soler, 315 páginas, Puck (distribuido por Ediciones Urano)

GOODREADS

 Estaba muy emocionada, pues Heima es hogar en islandés me dejó un muy buen sabor de boca y se convirtió en uno de mis libros favoritos. Pero esta vez no fue así. Lo que sucede es que tenía altas expectativas y no sabía que el inicio iba a ser tan aburrido y lento.



Nos encontramos en Valira, un pueblito mágico ubicado en zona boscosa arrasada por el turismo. Todos se conocen, saben desde tu nombre, tus pasatiempos y toda la lista de nombres de tus antepasados, por lo que aquí no se puede ocultar nada ya que todos se enteran.

El abuelo de Aurora la tiene muy sobreprotegida, tanto que la dureza de Aurora es palpable, pero al mismo tiempo identifico fragilidad, muy dentro de ella. Es sumamente insegura e indiferente al cien por ciento a los sentimientos que tienen que ver con una relación amorosa (esto es algo que ya estamos acostumbrados a leer, ¿no?), pero aquí no termina, ya que hay muchos aspectos en los que ella es muy indiferente respecto a la relación que tiene con sus seres queridos.

ESTO PUEDE CONTENER SPOILER.

Valira es un pueblito con atracciones que lo caracterizan y al mismo tiempo simbolizan esta zona: como la pastelería de los Dubois, las carvananas...en fin, ya lo irán viendo. También hay un carrusel, y liderando los caballos se encuentra uno dorado, que nadie excepto Aurora y su abuelo tienen permitido montar. Esta atracción es de su abuelo, por lo que es mucho más sencillo controlar quién monta qué caballo, dependiendo de qué crea él que necesites en tu vida (algo similar).

Pero claro, el corcel dorado tiene que tener algo de especial y autenticidad para poder usarlo ambos, pero el resultado me ha parecido bastante inmaduro y es algo que yo no puedo tolerar.

Yo sabia que había muchas cosas que Aurora ocultaba, espacios en blanco que debían tener una pieza que uniera el rompecabezas (lo estoy diciendo de la manera más cuidadosa posible para no revelar nada, don't worry).

Me estresé mucho con la protagonista, principalmente por su indiferencia, no se emociona con nada hasta tal grado que llega a ser incluso amargada, como un anciano al que le ha tratado mal la vida. Aurora, literalmente desperdició todos esos años, queriendo apaciguar el dolor de los momentos difíciles.

''Aurora no creía en eso; el perdón era solo una palabra para que los combatientes bajaran las armas. El perdón no acababa con el rencor ni con el dolor. Ninguna palabra tenía ese poder.''

Y para colmo, aparece un tipo llamado Teo, que ella conoce desde tiempos inmemorables, pero ambos han cambiado tanto que ahora él pasó por una metamorfosis que lo terminó dejando como un super modelo con cabellos de escoba. Su actitud es jodidamente irritable y Aurora demasiado débil al momento en que el tipo quiere hacer lo que él quiera. Está ahí, todo el tiempo pidiéndole explicaciones sobre todas las excusas que ella pone para evitar estar con él. Pero la chica está loca, es contradictoria: un día lo besa y al otro lo evita a toda costa, y todo porque su abuelito no lo aprueba porque sabe que van a lastimarla.

Tengo que ser honesta: si no hubiera visto una entrevista con la autora, creo que jamás habría cambiado de perspectiva respecto a muchas cosas. Me había tardado mucho en terminar de leer el libro, y todo esto se lo debo a la asquerosa actitud de Aurora, pero finalmente me decidí y las cosas que no me gustaban fueron tomando forma al grado de llegar incluso a cautivarme las frases reflexivas.

Este libro habla acerca de las segundas oportunidades, del perdón, de la superación, y aunque esta vez los amigos no juegan un papel tan importante como en Heima es hogar en islandés, la familia es el principal icono fuerte de esta historia, pues el abuelo de la protagonista es su sostén. Me gustó al final, pero me quedé muy desconcertada al leer la última página y dejarme con una gran incógnita, fue como si Laia hubiese dejado todo a medias para irse a tomar un café, y me dejó insatisfecha, mucho más que con Heima.

Me gustaría muchísimo platicar con alguien que ya lo haya leído, porque es muy difícil escribir esta reseña sin dar detalles. Todo lo que puedo decir es que tanto Teo como Aurora fueron unos inmaduros, y el conflicto amoroso no tiene sentido...

Oh, y tuvieron un GRAVE ERROR, no se si se han fijado (los que ya lo han leído), que en el capítulo doce primero dice Aurora que su abuelo se fue al bar y sus padres están descansando. Después llega Teo a su casa y ella dice que su abuelo está en la habitación de alado...¿Estoy tonta o es magia?


LONDRES.

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